lunes, 16 de mayo de 2011

NOTA EN LA NACIÓN - SÓCRATES, EL ENCANTADOR DE ALMAS

Domingo 15 de mayo de 2011

Un profesor se acerca a su atril, va a comenzar su disertación filosófica sobre Sócrates. Pero se identifica tanto con él que decide poseerlo, encarnarlo? y por qué no, vivirlo. Sin embargo, Eduardo Rovner no se entretuvo haciendo relatos históricos, recopilaciones de datos ni una concatenación de sucesos. Interpuso a la dramaturgia un propósito, un por qué y, sobre todo, acción. En este punto se entiende la razón por la cual debe haber querido dirigir su propio texto. Conoce tanto esa intención inicial de desnudar la esencia del hombre antes que el personaje, que quién mejor que él para transmitírselo a su actor.
Sócrates, el encantador de almas ahonda en el espíritu del hombre, el verdadero motor de su sabiduría. Hizo lo que hizo, dijo lo que dijo por estar convencido de que una sociedad mejor es posible a través del conocimiento profundo y filosófico del ser humano. Pero no sólo de eso, sino de la misma lógica. Es aquel que prefirió las consecuencias de la cicuta a tener que claudicar ante los designios de la Asamblea Ateniense. Dejar de hacer filosofía no entraba en su modo de vida. Tampoco dejar de pensar como pensaba.
El texto de Rovner tiene el preciosismo de una mano maestra. Y Luis Campos parece ser la persona ideal para corporizarlo. Aquí, solito su alma, demuestra una vez más lo inmenso que es como actor. Desde aquel inolvidable Malambo para Ricardo III , hasta Marat-Sade o su brillante trabajo de Marathon , es un actor que no deja de sorprender. Con un absoluto dominio corporal y gestual, se desdobla entre Sócrates y el profesor que lo encarna, al tiempo que dice y vivifica de la misma manera.
Pablo Gorlero

No hay comentarios:

Publicar un comentario